Moscatel Casa Mariol

9,95 €
Impuestos incluidos

Moscatell de Casa Mariol es un moscatel auténtico y distinguido que con su perfume transforma en mágico cualquier momento. Es dulce, fresco y meloso, como si te bebieras un caramelo fresquito. Botella de 1 litro.

Cantidad

Pagos 100% seguros

Vino dulce elaborado únicamente con uva moscatel. El mosto se deja fermentar parcialmente y se refuerza con alcohol vínico, para mantener el dulzor y los aromas a fruta.

Graduación alcohólica: 15% vol.
Temperatura recomendada de consumo: 10º C.
Botella de 1 litro.

Nota de cata del Moscatel Casa Mariol
Vista: Color amarillo pajizo con reflejos dorados.
Nariz: Aromas dulces de miel y de mermelada de naranja. Notas de pasas y higos secos. Aromas a flores blancas, orejones e higos. Notas de naranja confitada y miel.
Boca: Dulce, redondo, fresco y meloso. Bien estructurado y con un final largo y persistente.

Maridaje: Combina muy bien con un helado, y es perfecto para acompañar frutos secos y todo tipo de quesos. Obviamente, es la bebida perfecta para tomar con nuestros panellets tradicionales.

La Bodega Mariol
Nacer en un bonito pueblo medieval rodeado de viñedos y en una casa donde históricamente se elaboran vinos, condiciona todas las decisiones que se toman con respecto lo que quieres hacer en la vida. Así les ha pasado a las diferentes generaciones que desde hace más de un siglo viven y trabajan en Casa Mariol.

En Batea, la viña y el vino son una religión y Casa Mariol un hogar de devotos feligreses. Los habitantes del pueblo viven en casas construidas desde hace siglos para almacenar vino y arrullan los campos como si se tratara de sus jardines.

Los orígenes
A la hora de hablar de los orígenes de Casa Mariol, los términos se pueden confundir y el organigrama empresarial deviene pura genealogía. Como sociedad nació en 1945 y fue creada por Josep Maria Vaquer y Bes. En su casa siempre habían elaborado vino y Josep María empezó a comercializarlo con su flamante Opel Blitz, y los vinos del Mariol de Batea llegaron a Reus y Barcelona. En las bodegas de la ciudad empezaba a ser común encontrar garabateado en sus botas el nombre de Batea.

En los años 60, la elaboración de vinos dejó de hacerse en la casa familiar y se construyó una bodega moderna. En 1971, Josep María murió en un accidente laboral en plena vendimia, y cogió el mando en Josep Vaquer Aguiló, el hermano mediano, que se casó con Emilia Llop de Casa Ramos, otra familia de agricultores y bodegueros de Batea. Ambos, con Josep en la gestión y Emilia a la producción, comenzarían una nueva etapa en la bodega.

En los 80 instalaron la primera embotelladora de la comarca y comenzaron a importar Cabernet, Merlot, Chardonnay. A mediados de los 80 elaboraron el primer monovarietal Syrah reserva de España.

A los 90 ampliaron la bodega y las instalaciones, y en el 2000 entró una nueva generación en la bodega: Josep María y Marta, nietos del fundador, que abrieron un nuevo centro de embotellado en Móra la Nova, unas instalaciones que se serán clave para poder ofrecer unos vinos de calidad a un precio más competitivo de manera que pudieron empezar a exportar a Europa.

La actualidad
En 2010, los hermanos Mariol unifican las marcas de la empresa creando un estilo propio y lanzan la actual colección de vinos llamada, como no podía ser de otra manera, Casa Mariol. Para el nuevo milenio, los Mariol tienen grandes retos; entre otros, seguir siendo una familia dedicada a la viña y al vino. Tienen como herencia el saber hacer vinos de calidad a buen precio y tienen muchas ganas de predicar su manera de entender el vino por todas partes; el suyo es un amor religioso por el vino, por lo que hacen y por lo que son.


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